Saturday, August 13, 2011

Un tranvía llamado Deseo...

Hace uno o dos meses, fui a cenar con un amigo a la pizzería "Los Inmortales" ubicado en la clásica avenida corrientes. Al ser domingo, el establecimiento estaba atiborrado de personas que habían salido de los diversos teatros. Cada vez ingresaba más gente al lugar, mientras que los mozos iban y venían acarreando los pedidos con gran diligencia. Ya casi llegando al final de nuestra cena,  mi amigo me sonríe y me dice:

- Adiviná quien está al lado nuestro.

En ese momento, en el establecimiento rondaba una cierta calma ya que eran muchas más las personas que abonaban su cuenta y se marchaban, que las que ingresaban. Ya los mozos no se mostraban tan atentos a las mesas y uno podía empezar a observar sus alrededores con mayor detenimiento. Fue en ese momento que pude percatarme que en la mesa ubicada a nuestra derecha, se encontraban cinco personas: Peretti, Alcón, una mujer y dos hombres (uno de ellos tenía gran pinta de ser director de teatro, mientras que el segundo, se pasó buena parte de la conversación molesto porque se había volcado una copa de vino tinto en la mesa y manchó parte de su camisa blanca). No los había notado antes porque entre nuestra mesa y la de ellos, había un pequeño pasillo por donde la gente se apelotonaba para ingresar a las mesas del medio y del fondo de la pizzería. Supuse que por la hora y la ubicación, Peretti había salido a cenar luego de representar la obra de Williams en la última función del domingo. Mi amigo confirmó las sospechas sobre aquel hombre que tenía pinta de ser director de teatro, pero no se acordaba el nombre del sujeto (lo más probable es que sea el director de la versión argentina de esta obra). Cambiamos de tema y seguimos en lo nuestro, hasta que luego de una media hora (y mientras nos debatíamos sobre qué comer de postre), nos dimos cuenta de como aquellos presentes ubicados alrededor de estos actores libraban una lucha interna sobre si acercarse o no a pedirles un autógrafo. Todos se intercambiaban miradas cómplices entre ellos y si bien se notaba que se morían de las ganas, no se lo pidieron por respeto. A mí también me surgieron unas ganas incontrolables de hacer algo frente a Peretti, pero no era pedirle un autógrafo...no, claro que no. Tenía ganas subirme a una mesa y gritar:




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8 comments:

notancul said...

KARINAAAAAAAAAAAAAAAAAA...
no, me salió mal. Perdón señor director. ¿Cómo era?

Sofía said...

Seeh, a mi me pasó algo así el breve tiempo que estudié en el IUNA de La Boca. Por allí, cerca de la facultad, había una "cafetería- lugar de almuerzo" al que concurrían todos los estudiantes, y en el que había gatos caminado por encima de las mesas. Un día apareció Coppola, sí, el director de cine, no el del florero, que se encontraba rodando una película. Era muy gracioso porque en ese clima medio snob de estudiantes superados todos lo soslayaban y trataban de hacer el esfuerzo de no mirarlo. Qué loco, lo más natural en gente "normal" hubiese sido lo que les pasó a las personas que estaban ahí en Los Imortales. Es más natural por lo menos. De última le sonreís :)

ivanbura said...

Qué grande Peretti!
No tuve la oportunidad de encontrármelo, pero las pocas veces que me crucé con un famoso, sólo le sonreí o en algún caso lo saludé, pero nuunca me animé a pedir una firma ni nada.

Un beso!

gastmun said...

¡¿Como no lo hiciste?!, un momento glorioso de este estilo no se puede dejar pasar. Estuve chusmeando un poco el blog, me gustó. Abrazooo

Anonymous said...

Al igual que Ivan nunca me animaria a pedir un autografo jaja, me da la impresión de que seguro me mandan al joraca.

Gastón 2.0 said...

Creo que era más civilizado hacer eso que pedirles un autógrafo.
Los tipos deben estar podridos de tanta cholulez.

Lindo blog. Ya lo estoy agregando en mis links recomendados (lo cual puede resultar nocivo para su reputación, se lo aclaro).

Realmentealpedo said...

Cristian: Si no lo hacías ese chiste vos, lo hacía yo jajaja. Al parecer Tennesse Williams fue el precursor del Karinaaaaa!!

Sofía: Que loco!Si Coppola tiene un estudio en la boca (o en san telmo-nunca me acuerdo-), y salió en el noticiero cuando entraron a su estudio y le robaron no sólo algunos equipos sino también la película. Supongo que habrá sido por la época en que filmó Tetro en Buenos Aires. Yo creo que si lo veo a Francis le digo "Te voy a hacer una oferta que no vas a poder rechazar: vos me firmás esta servilleta y yo...me la guardo y la enmarco en un cuadrito". Moraleja de la historia: No me presenten nunca un famoso chicos! jajaja.

Iván: A mi me pasó lo mismo, me he encontrado con un par de famosos, pero la mayoría de las veces no me doy cuenta de quien son hasta que me dice alguien "Viste?Pasó Fulanito!". Y yo me quedo pagando pensando "Con razón tenía cara conocida!!!".

Gastmun: Gracias por pasar! Creo que hubiese estado muy bueno filmarlo y subirlo a youtube (si me hubiese animado, claro =P). Seguramente Peretti lo hubiese utilizado como evidencia para hacerme un juicio por joderle la cena jajaja.

Matias: Yo creo que hay algunos que de buena onda te lo firmarían, pero también hay que reconocer que llega un punto en que están cansados y no quieren que los joda la gente (en especial cuando salís a comer con familiares o amigos). Después de todo, son personas (al menos en su mayoría jaja) y necesitan tener su espacio.

Phil: Sí, yo creo que los tomaría muy por sorpresa jaja. Gracias por pasar y por colocar a mi blog entre los recomendados.

mandrake el vago said...

yo lo vía darin en un bar el otro día y tuve la misma reacción que ahora me entero es de snob :P
PEro bue... vine a este post a una sola cosa: Esteeeeeeeeelaaaaaaaaa!!! :D